Mientras Bobby Stoddard, un pescador de 51 años, recogía las redes de su barco en Nueva Escocia, Canadá, se encontró con una imagen que jamás olvidará: una langosta de color azul eléctrico. Lo más curioso es que, pese a que estos ejemplares fenómenos se dan uno entre dos millones, el papá de Bobby pescó uno igualito hace 45 años. "Seguramente la devolveré al mar", adelantó.