La vacuna trata específicamente este químico porque es la sustancia que vuelve adictivos a los cigarrillos mediante la estimulación que provoca en las proteínas conocidas como "receptores nicotínicos de acetilcolina" (nAChR).
Con este innovador tratamiento, el hígado comienza a producir mayor cantidad de anticuerpos que engullen nicotina en el momento en que entra en el torrente sanguíneo, evitando que el compuesto llegue al cerebro y logre esta adicción.
Según publica la revista Science Translational Medicine, la prueba en animales ya fue exitosa permitiendo la destrucción de esta sustancia apenas ingresó en el cuerpo de los ratones y que fue comprobado posteriormente con pruebas sanguíneas.
Aunque han creados múltiples tratamientos contra la adicción al tabaco a través de vacunas, este producto es el que tiene un futuro más promisorio.
Los científicos crearon la sustancia con un anticuerpo contra la nicotina que luego introdujeron en un virus modificado. Esto permitió que el sistema inmune de los ratones lo reconociera inmediatamente como elemento extraño y lo atacara.
El siguiente paso de este estudio será probar la vacuna contra la nicotina en primates, antes de iniciar los estudios en humanos.
De funcionar, esta terapia podría ser utilizada incluso como prevención en personas que aún no han probado el tabaco.
