En lo que parece ser la medida más prudente y celebrable que haya surgido en torno a las drogas en Latinoamérica en los últimos años, Uruguay legalizará la venta de marihuana y generará redes de distribución estatales. El gobierno de José Mujica impulsará 16 medidas con el fin de combatir la inseguridad bajo la premisa “guerra a la pasta base”, con las que busca dar un duro golpe al narcotráfico y blanquear el mercado de estupefacientes.
Actualmente el consumo y la posesión para uso personal de marihuana no están penalizados en Uruguay. El Estado habilitará locales para vender marihuana en los que se registrará a los consumidores para regular las conductas adictivas; la venta no será libre y estará prohibida para los menores de 18 años. La calidad de la marihuana será certificada por el Estado y se establecerá un máximo de cigarrillos por consumidor; aquellos que se excedan deberán someterse a tratamientos de rehabilitación.