Las imágenes comienzan con un día normal en una hermosa playa de Río de Janeiro, con los bañistas disfrutando un día de sol. Hasta que decenas de delfines comienzan a acercarse a la costa, tanto, que terminan encallados. Aparentemente los delfines se vieron atrapados por una fuerte corriente oceánica.
La primera reacción de las personas fue contemplar la escena, sin más. Hasta que entran en acción los guardacostas, que rápidos de reflejos, comienzan a ayudar a los mamíferos a retomar su rumbo. Automáticamente, decenas de personas se sumaron a su tarea.
Ya organizados, se observan varias personas en el agua tirando de las colas de los delfines en un esfuerzo para devolverlos a la profundidad de las aguas.
El esfuerzo valió la pena. Después de que rescataron a todos los delfines, la multitud de salvadores y los observadores estallan en aplausos.